La fotografía de bebés es mucho más que una profesión para mí; es mi verdadera pasión. Vivo y respiro cada momento que inmortalizo, y mi mayor alegría es ver cómo el amor y la ternura se reflejan en cada imagen que creo. Mi estilo se distingue por su simplicidad, organicidad y tonalidades monocromáticas, buscando siempre resaltar la belleza natural y la autenticidad de cada bebé.

Además de mi amor por la fotografía, encuentro inspiración en las pequeñas maravillas de la vida: el sonido calmante de la lluvia, el aroma a tierra mojada, y el placer de una conversación significativa. Me rodeo de personas que enriquecen mi vida con alegría y gratitud, y esto se refleja en mi trabajo.